Háblame de la emigración

Benito Pérez Cividanes, mi bisabuelo, nació en una aldea gallega, Camposancos, a la orilla del río Miño, situada en el ayuntamiento de A Guardia, en Pontevedra, en el año 1902. Benito tenía un hermano, José y una hermana, Josefa. Con catorce años, en el año 1916, lo llevó a Puerto Rico una familia de la misma aldea que ya tenía allí negocios, formada por don Carmelo, su mujer y su hijo pequeño. El viaje fue en barco y duró más de un mes.
Don Carmelo tenía un negocio de lavandería en San Juan de Puerto Rico, en esta lavandería lavaban tejidos de Nueva Iorque y sombreros ''hippy-happa´, para darles forma. En la lavandería utilizaban agua caliente y para calentar el agua caldera tenía que estar encendida todo el día, las veinticuatro horas. Benito, como era el encargado de la caldera, vivía en la lavandería, aunque comía y cenaba con la familia.

Don Carmelo tenía un viejo coche, un Haiga americano precioso, y todos los domingos llevaba a la familia y a Benito a bañarse en la playa de San Juan. Benito estaba tan contento que, para demostrar su afecto a don Carmelo, todas las mañanas se levantaba temprano para limpiar y abrillantar su coche. Benito como era muy inteligente, se fijaba en como conducía don Carmelo cada vez que iban a la playa. Un día don Carmelo aparcó el coche en un garaje bastante lejos de su casa y Benito condujo el coche por las estrechas calles del viejo San Juan y aparcó el coche justo delante de la puerta de la casa de don Carmelo. Al día siguiente, con mucha sorpresa, don Carmelo se encontró con que tenía el coche justo delante de casa.

Tres años más tarde, él y otro chico del bajo Miño montan su propio negocio y se van a vivir a Arecibo, otra ciudad de Puerto Rico. El negocio es de venta de zapatos, que importan de Nueva York.

Un día, estando de viaje en Nueva York paran en un casino y se encuentran con dos jóvenes muy simpáticos, empezaron a hablar y a preguntarles de donde eran, tal y cual y al final se dieron cuenta de que eran todos de la misma aldea, Camposancos. Por si eso fuera poco acabaron dándose cuenta de que eran primos hermanos. Desde aquella se hicieron muy amigos y al cabo de unos años acabaron siendo socios.

Benito se mantuvo en ese negocio hasta que en el año 1926 su hermano José, al que llamaban Pepe, se marchó a vivir a Santo Domingo (capital de la República Dominicana), donde ya vivían algunos familiares y también otra gente de Camposancos. Pero allí, en Santo Domingo había muy poco negocio.
Finalmente Benito y Pepe se establecieron en Santo Domingo y montaron otro negocio de zapatos. El material lo compraron en Boston y en Nueva York y después lo distribuyen por toda la isla empleando para su transporte mulos. Así van haciendo dinero, hasta que deciden empezar a fabricar ellos mismos los zapatos en vez de comprar el producto ya hecho y finalmente montan una gran fábrica de calzado.

Aparte de la fábrica también tenían una tienda en a capital de Santo Domingo que era tan lujosa que iba a comprar zapatos hasta el mismísimo dictador Trujillo.
Unos años más tarde Benito se enamora de una mujer de la que era vecino antes de irse para Puerto Rico, Nicasia, con la que se casa y se vuelve a vivir a España en el año 1939.

Se fueron a vivir a Vigo, lugar donde Benito y Pepe montaron un tiempo después unas tiendas de ropa para mujeres y hombres con firmas muy conocidas como “Loewe” y ropas importadas de Inglaterra y ropa de ''dandi´´. Esas tiendas fueron las más grandes e importantes de Vigo y casi de Galicia. El nombre de las tiendas era Blancazul, para mujeres y niños, y Roupar, para caballero.

Con el dinero que hicieran él y Pepe, construyeron una casa indiana en Camposancos donde veraneaban ellos y sus hijos.

Benito tivo dez fillos coa súa muller, Nicasia; a penúltima deses dez é miña avoa.
Mi bisabuelo murió en el año 1970 en la clínica Puerta de Hierro de Madrid, donde estaba siendo tratado de un cáncer, aunque a él le gustaría morir en Camosancos, donde finalmente fue enterrado.