Háblame de la emigración

Mi abuelo Manuel emigró a México en el año 1939, justo después de la guerra civil española, con 17 años, para sacar a su familia adelante. Por suerte no estaba solo, ya que su hermano Francisco emigrara a aquel país muchos años atrás. Mi abuelo comenzó a trabajar vendiendo muebles y ropa en México junto con su hermano, y al cabo de unos meses, cuando juntó dinero para el viaje, marchó también mi abuela Teresa. Allí tuvieron tres hijos: Josefina, Antonio y Manolo. La vuelta tuvo lugar en el año 1963, ya que echaban de menos España y Galicia, y justo el 15 de agosto de ese año nació su cuarto hijo, José Luis (mi padre). Unos años después nacieron mis tíos Guillermo y Pablo.

Para mi abuelo la emigración fue una experiencia inolvidable y, aunque reconoce que fue duro sacar adelante una familia en un país extranjero, afirma que mereció la pena trabajar tanto en aquel momento para tener ahora una mejor vida.