Háblame de la emigración

Mi padre se fue de Banglasesh en 1998 porque quería conseguir más dinero y mejorar su vida. Primero estuvo dos años en Kuwait. Trabajó de ingeniero, vivía en un piso con unos amigos. Al principio se comunicaba en inglés y luego fue aprendiendo el árabe, pero se marchó de allí para ganar más dinero ya que no conseguía el suficiente dinero trabajando de ingeniero.
En 2001 decidió irse a Italia. Estuvo tres meses y no trabajó de nada porque no le gustaba el ritmo de trabajo que llevaba la gente, entonces se fue de allí. Ese mismo año fue a Suiza, encontró trabajo en McDonald’s y estuvo viviendo allí cinco años. Se comunicaba en inglés y luego fue aprendiendo alemán. Vivía en una casa alquilada. Le iba bastante bien allí, ya que tenía un buen sueldo pero no le dejaron vivir, así que se tuvo que ir.
En 2005 decidió ir a España, Madrid. Estuvo seis meses vendiendo gafas y bolsos en la calle sin permiso de trabajo. Con lo que ganaba pagaba su piso, la comida y le mandaba una parte de su sueldo a mi madre. Después de estar trabajando en la calle consiguió un trabajo en una tienda de alimentación y luego empezó a trabajar en restaurantes. Y así siguió durante cuatro años en Madrid.
En 2009 un amigo de mi padre le ofreció un trabajo en A Coruña y él aceptó la oferta del trabajo y se vino aquí. Trabajó en un restaurante durante cuatro años. Una vez que ya se sintió estable nos trajo a mi madre y a mí en 2011. Y al cabo de unos meses mi padre perdió el trabajo porque cerraron el restaurante. Días después encontró un trabajo en un bar y a los tres meses mi padre tuvo la idea de alquilar un bar y hasta hoy en día seguimos en el bar.