Háblame de la emigración

La historia de la emigración de mis abuelos a Suiza.

Mis abuelos José Méndez García (1929-2006) y Adela Vieiro Fraga (1931) emigraron a Suiza, más concretamente a Berna en el año 1958.

Ellos decidieron emigrar porque el aserradero donde trabajaba mi abuelo cerró y no encontraba trabajo, mi abuela era modista y ganaba muy poco dinero, unas 5 pts al día. Os voy a poner un ejemplo, en aquellos tiempos, una colcha valía unas 30 pts, o sea que, para poder comprarla había que trabajar mínimo una semana.

En principio, mi abuelo tomó la iniciativa y se fué él sólo a Suiza, pero tuvo mala suerte y como no se podía entrar sin contrato de trabajo, le pararon en la frontera y le retuvieron allí hasta el día siguiente. Entonces llegó un jefe de un hotel y se lo llevó para trabajar como botones. Así fue como empezó a trabajar en Berna.

A los pocos meses de que mi abuelo empezara a trabajar en el hotel, mi abuela decidió también ir para allí a trabajar y a estar con él. Empezó a trabajar en el mismo hotel limpiando habitaciones.

Estaban muy contentos, trabajaban mucho pero también ganaban mucho dinero. Al principio, lo que peor llevaban era el idioma, en aquella región se hablaba sobre todo alemán, pero poco a poco lo fueron aprendiendo, gracias también a que el dueño del hotel hablaba español.

Al final, acabaron hablando perfectamente alemán, se defendían bastante bien con el francés e incluso un poco de italiano, había muchos clientes en el hotel de todas partes y no les quedó más remedio que estudiar un poco.

Pasaron los años, mi abuela se quedó embarazada de mi tío y se vino a España para dar a luz, después de nacer el bebé, a los 7 meses más o menos, volvió a Suiza. Casí dos años después se volvió a quedar embarazada de mi padre y regresó de nuevo a España, pero no pudo volver a Suiza porque su madre se pusó muy enferma y se quedó para cuidarla, en el año 1969.

Mi abuelo siguió trabajando en Suiza, estaba muy contento en el trabajo, además, de botones, trabajó como taxista en el hotel, llevando a los turistas desde el aeropuerto hasta el hotel y viceversa y por último de socorrista en la piscina, hasta que llegó la edad casi para jubilarse y decidió regresar a España en el año 1991.

Él venía a España 2 veces al año para ver a la familia, trabajaba 5 meses, más o menos, y venía alrededor de 20 días de vacaciones.
Era una situación bastante dura y complicada pero en Galicia había muy poco trabajo y se ganaba muy poco, aunque lo más duro era no poder estar con la familia.

Mi abuela me cuenta que tiene muy buenos recuerdos de aquella época, hicieron muy buenos amigos, con los que hoy en día sigue teniendo contacto porque también son gallegos, aunque ellos siguen viviendo en Suiza aunque suelen venir todos los años en el verano.