Graciela Margarita hizo el camino contrario. Esta venezolana que vivía en el centro de Caracas se casó con un emigrante gallego, Serafín Portugal. Su marido estaba encantado en Venezuela, pero viendo la situación del país y el futuro que venía por delante, decidieron emprender el retorno, sobre todo por la presión de ella.
Serafín Portugal emigró a Venezuela en 1954 porque la situación en España era caótica. Su madre, maestra rural, no creía que la situación fuese a mejorar, por lo que le aconsejó a su hijo que se marchase no a ganar dinero, sino que se fuese a un país con futuro y donde no hubiese grandes desigualdades. Serafín pensó en EE.UU., donde le ofrecían trabajar cuidando ganado; pero como no tenía experiencia, escogió Venezuela en un momento en que un bolívar valía al cambio treinta y dos pesetas.
Serafín se marchó con el título de bachillerato, y en Venezuela estudió Ciencias Sociales. Fue supervisor en el Instituto Nacional de Vivienda, donde mil quinientas personas dependían de él. Colaboró como filántropo en el programa de cultura del Centro Gallego y todos los domingos tenía un programa, Sempre en Galiza, en una emisora de radio. Además, escribió varios libros, como Vivencias dun galego en Venezuela e Reflexións dun emigrante retornado. Celso Emilio Ferreiro dependía de él en la Secretaría de Cultura.
La trayectoria migratoria de Graciela es de Venezuela a España. En 1995, debido al empeoramiento de las condiciones de vida y de las perspectivas de futuro en Venezuela, decide empezar una nueva vida en Galicia, un país nuevo para ella. Su experiencia con la emigración es doble, primero por sus vínculos con la emigración gallega y el activismo cultural en Venezuela, y después como inmigrante en Galicia.
Colaboradores
Graciela Margarita Hernández Estrada

- País de destino: Spain, Venezuela
- Año de emigración: 1954
- Año de retorno: 1995