Ángel Iglesias nació en el municipio de Maceda, Ourense, y es el mayor de ocho hermanos. Con trece años se marchó a estudiar al Monasterio de los Milagros, regentado por los Padres Paúles, y después fue recorriendo diferentes seminarios en Villafranca del Bierzo, Santander, Hortaleza, Cuenca e Salamanca. Con veinticuatro años volvió a Maceda, y fue entonces cuando tomó la decisión de emigrar para proseguir con sus estudios. No obstante, antes tenía que hacer el servicio militar, pues era la única manera de obtener los papeles para hacerlo.
Mientras, Ángel estableció contacto con dos chicas, una en Suiza y otra en Glasgow. Finalmente se decantó por Suiza, y en 1959 llegó al país después de treinta horas de tren. Esa noche durmió en la estación, y al día siguiente se reunió con la familia de la joven, que le buscó empleo en un hotel lavando platos y así se aseguró la comida y el alojamiento durante dos meses antes de que se cerrase la temporada. En previsión, Ángel se puso en contacto con el capellán de los españoles y consiguió trabajo en un colegio privado como vigilante de los estudiantes, pudiendo asistir a clase en las horas libres.
Durante los años que estuvo allí consiguió llevar a todos sus hermanos. En 1961 comenzó a estudiar física y matemáticas en la universidad y se hizo con su primer vehículo para desplazarse: una bicicleta. En el verano trabajaba en una fábrica de cocinas para pagar sus estudios, y así logró acabar un Master en Física y Matemáticas que le permitió buscar empleo como profesor en colegios privados. La aspiración de Ángel era trabajar en un centro público, ya que las condiciones eran mejores, pero, al ser extranjero, no podía acceder a una plaza pública, por lo que decidió cambiar de país.
Entre Australia y Canadá se decidió por este último, debido a las facilidades que le ofrecían en la embajada canadiense en Berna. En julio de 1968, gracias al Servicio de Emigración canadiense, consiguió una plaza como profesor de matemáticas en una escuela de formación de maestros. Al año se creó la Universidad de Quebec y la escuela donde trabajaba Ángel fue integrada en la universidad, y con ella los profesores. Al año siguiente ya estaba fijo y le ofrecieron hacer un doctorado en Lión, donde leería su tesis, y en mayo de 1975 regresa a Canadá con su mujer y su hijo.
Ángel valora su experiencia en la emigración como muy enriquecedora. Durante los nueve años que estuvo en Suiza siempre se sintió como un extranjero, pero nunca tuvo esa sensación en los treinta que pasó en Canadá. Aun así, como buen gallego, sentía morriña de su tierra y siempre quiso regresar, porque el invierno era muy largo y la familia tiraba. De sus hijos, uno se quedó en Canadá, y otro, que estudió ingeniería, pasó por Tolosa, Bristol, Hamburgo, EE.UU...
Colaboradores
Ángel Iglesias Lamela

- País de destino: Canada, Switzerland
- Año de emigración: 1959
- Año de retorno: 1998