Háblame de la emigración

Asunción emigró junto con su marido y su hija de trece meses con la esperanza de labrarse un futuro digno. Procedentes de una aldea de O Corgo, la familia cogió rumbo a Canadá en un barco fletado por el Instituto Español de Emigración junto con un grupo de gente que iba a trabajar en el campo. Al llegar a Montreal se encontraron con la sorpresa de que no admitían matrimonios con hijos. A su llegada fueron enviados junto con otros sesenta matrimonios a un campamento durante dos semanas. Allí les daban de comer y podían lavar la ropa, pero no les daban trabajo. Por ese motivo decidieron ir a la capital, donde los cogió la noche viéndose solos, sin dinero, sin nada que comer, sin lugar a donde ir y con una niña pequeña. Los salvó la solidaridad de un compatriota aragonés, que al escucharles hablar les ofreció ayuda pagándoles una habitación durante quince días y ayudándoles a encontrar trabajo.
Comenzaron recogiendo botellas de Coca-Cola vacías por la calle por las que les pagaban. Después de unos inicios tan duros y difíciles, el matrimonio fue encontrando trabajos en los cuales tenían que ajustar los horarios para poder quedarse uno de ellos al cuidado de la niña. Conocieron a otros dos matrimonios gallegos con los que alquilaron un piso para compartir, y así una de las mujeres podía quedarse con las hijas de las otras parejas mientras trabajaban las demás.
Asunción trabajó en una envasadora de olivas, en una fábrica de pinturas y en la limpieza de un hotel durante la semana, y, en los fines de semana, se iban a trabajar en la colecta al campo para ganar algo más.
En total estuvieron diez años en Canadá sin venir de visita ni una sola vez; después de este tiempo de trabajo y ahorro volvieron a Galicia, donde montaron una empresa constructora.
Aunque no fue mucho tiempo, Asunción dice que el regreso para ella fue decepcionante, ya que no encontró aquí la evolución social a la que ella se había acostumbrado, y las viviendas de alquiler eran pocas y deficitarias.

En el barco, de regreso de Canadá con su marido
En Canadá con otra mujer gallega con la que compartía vivienda y sus respectivas hijas