Háblame de la emigración

Con sólo 19 y 22 años, mis tíos-abuelos tuvieron que emigrar hacia Argentina. Fueron a despedirse de su hermana a Coruña, y allí cogieron un barco y marcharon hacia su nuevo destino. Se llamaban Joaquín y Julio Fernández Díaz, nacidos en una familia muy numerosa. Eran seis hermanos y con su madre viúda. En 1931, muriera mi bisabuelo (padre de Joaquín y Julio), a los pocos meses de volver de Cuba, lugar donde fuera emigrante y donde contrajo la enfermedad que le causó la muerte (tuberculosis, seguramente). En estas circunstancias, viendo las dificultades para salir adelante en Galicia, los dos hermanos decidiron emigrar, al igual que muchos otros jóvenes de su edad.
Julio naciera el 15 de junio de 1930 y Joaquin el 27 de febrero de 1927. Nacieron en Vilachá, la aldea natal de mi abuela.
Con el paso del tiempo fueron encontrando trabajo en Buenos Aires. Julio, después de muchos esfuerzos llegó a tener su propio restaurante y Joaquín tuvo varios trabajos a lo largo de su vida: albañil, camarero...

Los dos se quedaron a vivir en Buenos Aires, allí casaron, tivieron hijos y vivieron en Argentina hasta su muerte. Siempre mandaban cartas y postales y nunca perdieron el contacto con la familia que dejaron aquí.

Joaquín y Julio con sus mujeres e hijos en Buenos Aires
Julio con su mujer e hija