Háblame de la emigración

Era el mayor de dos hermanos. Sus padres emigraron previamente por lo que ellos quedaron a cargo del sacerdote de la parroquia. Dos años después, su padre le envió un pasaje desde la isla para que con sus 14 años viajase sólo para encontrarse con ellos. Corría el año 1923. Fue un viaje muy dura, con una duración de más de 20 días en un vapor procedente del puerto de Vigo.
Una vez llegó el navío a la Habana se reencontró con sus padres que se encontraban trabajando en la ciudad. Él, que tenía un gran espíritu emprendedor, empezó a trabajar en la hostelería. Empezó como mozo de los recados antes de ser camarero de un café llamado “Café español”, situado próximo a la Universidad de la Habana, por lo que su principal clientela la formaban los estudiantes. Transcurrido un tiempo, el propietario del café, que también era emigrante decidió volver a España y le ofreció transpasar el negocio en el que mi bisabueló trabajara durante estos años. Él aceptó su oferta. El negocio marchaba bien y pudo permitirse tener a 3 camareros en su servicio, todos emigrantes gallegos. Por esa época, sus padres decidiron volver a España pero él decidió quedarse en Cuba, ya que sus negocios marchaban bien y además conoció a la que sería su futura esposa, María de la Torre. Ella regentaba una casa de comidas en el centro de la ciudad, próximo al edificio del Centro Gallego de la Habana, al que él iba a comer a diario. Ella también era gallega, de una parroquia próxima a Sarria. Después de una temporada de noviazgo decidiron casarse. A pesar de trabajar muy duro, gozaban de una buena situación económica, ya que los dos eran os propietarios de sus respectivos negocios. Además la Habana de finales de los años 20 y principios de los 30 tenía comodidades (por la influencia estadounidense) como congelador o máquina de helados que no conocían anteriormente. Su sueño era ahorrar para construír una casa en un barrio llamado “O Vedado” y comprar un automóbil.
Más tarde, el goberno cubano promovió una ley para fomentar la contratación de trabajadores nativos. Como todos sus trabajadores eran españoles, se vio obligado a despedirlos y quedar con un sólo empleado a su servicio. Todo esto coincidió con una época de tensión política muy grande en el país, que propició el cierre de la universidad. Como ya mencioné antes, su café vivía de los estudantes, por lo que el negocio se resintió mucho. Su mujer quedó embarazada y, a pesar de que la casa de comidas aún era muy rentable, ella quería retornar a Galicia para dar a luz allí, ya que muchos de sus familiares y amigos volvieran ya. Era la primavera de 1936. José no estaba convencido ya que las escasas noticias procedentes de España evidenciaban una situación muy delicada y de gran tensión nacional. La República estaba en una situación complicada. Finalmente, sin resolver definitivamente la venta de sus propiedades, emprenderon el viaje de vuelta. Este travesía fue aún más dura que la inicial debido al estado de María. Al poco tiempo de llegar estalló la guerra civil (1936-1939) deijándolos atrapados en España sin poder regresar a la isla. A pesar de los arduos intentos de mi bisabuelo, llegando incluso a intentar ir de polizón en un buque, nunca más regresaron a la Habana.

Fotografía do matrimonio despois de casar