Háblame de la emigración

Os voy a contar la historia de Agapito, uno de los cuatro hermanos que tenía mi bisabuela Pura. Todos ellos vivieron en un pueblo muy pequeño de Parada del Sil que se llama Castro. Yo no conocí a mi bisabuela ni a sus hermanos pero a mi madre y a mi abuela siempre les escuchó contar cosas de esta parte de la familia.

Como eran muchos hijos y no había para darles un porvenir a todos, Esperanza, su madre decidió enviar a Argentina a dos de sus hijos, el primero que se fue era Pedro, y después Agapito. Creo que fue sobre el año 1939.

Al principio fue duro para él, pero supo ser valiente y mantenerse gracias a un trabajo que encontró de botones en un hotel, no cobraba mucho pero le llegaba para pagar el alquiler de la pensión donde vivía y para poder comer. Con el paso de los años conoció a Consuelo, se casaron y juntos abrieron una lavandería. El negocio fue bastante bien y tuvieron un hijo, Héctor, con el que venían por lo menos una vez al año a España para que viera a sus abuelos y pasar unos días con la familia.

Cuando Héctor se hizo mayor, y acabó los estudios empezó a trabajar también en un hotel como había hecho su padre, pero en su caso tuvo más suerte y junto con otros socios se hicieron en Buenos Aires con un hotel que se llamaba Principado.

Héctor tenía mucha ayuda de su padre, lo apoyaba y lo ayudaba económicamente y de hecho pasó algún tiempo colaborando también con su hijo en el hotel, pero a medida que Héctor se iba metiendo más en este mundo, Agapito lo fue dejando para que se defendiera sólo y así poder dedicarse más a su lavandería que era lo que más le gustaba y a su mujer.

Con los años Héctor se casó con una chica argentina que se llamaba Norma y tuvieron dos hijos, los nietos de Agapito a los que quería muchísimo. Fueron años buenos para ellos gracias al hotel, Héctor y Norma viajaban mucho con sus hijos, venían a España a estar con la familia siempre que lo permitian las vacaciones escolares que eran en épocas del año distintas a las nuestras.

Pero lo bueno se acaba, Agapito se hace mayor y enferma de leucemia. Cuando muere, Héctor, se hace cargo de su madre que sufrió mucho.

El negocio del hotel siguió, pero la vida va cambiando, los hijos de Héctor son mayores y tienen su vida independiente de sus padres, sabemos que Consuelo murió tambien y Héctor sigue manteniendo contacto con nosotros por teléfono muy a menudo sobre todo con mi abuelo con el que se lleva muy bien y se quieren mucho. Ahora a Norma y a Héctor les toca ayudar a sus hijos y a su nieta, la historia se repite. Hace mucho que no vienen a España, espero que tengan suerte y que algún día pueda conocerlos.